viernes, 22 de abril de 2011

¿Qué tipo de intervención conviene al analista que recibe niños?

   Hacia el V ENAPOL La salud para todos no sin la locura de cada uno ( a la luz del psicoanálisis)
                                                                               11 y 12 de junio 2011 , Rio de janeiro, Brasil. 

                                                                                         sitio del ENAPOL http://www.ebp.org.br/enapol/
Estimados lectores,
En este entrega Claudia Castillo participa en nuestra coversación virtual señalando la diferencia en el modo de intervención de la la psicoterapia y del  psicoanálisis, la primera apunta a eliminar el síntoma, el segundo se orienta en su intervención  por el síntoma lo que hace lugar al sujeto y su goce.
Marcela Errecondo

        ¿Qué tipo de intervención conviene al analista que recibe niños?

Bajo el título Intervención, el canal A&E (Acción y Emoción) presenta y sigue el tratamiento de distintas personas que padecen diferentes patologías;  adicciones a drogas legales e ilegales, anorexia y bulimia, otras.  Intervención es uno de los programas más vistos de la televisión norteamericana, que ganó el año pasado un premio Emmy, como el  mejor en la categoría Reality Show.
El mayor atractivo de la serie es que toma casos reales narrando la eficacia del tratamiento, el seguimiento del paciente y los distintos profesionales que intervienen para ayudar al que padece y asesorar a su familia.
Hace un par de semanas me llamó la atención que presentaran el caso de un niño, no sigo el programa, pero parece que no es frecuente este hecho. Se presentaba un nuevo trastorno llamado Síndrome de Acumulación Compulsiva. Se trata de personas que adquieren y almacenan objetos, sin tener la capacidad de deshacerse de ellos. En general dichos objetos, carecen de valor, pueden ser periódicos, folletos, objetos inservibles. En el caso de este niño lo que acumulaba podía ser tanto un juguete roto, como la caja de un juguete, viejos dibujos, papeles de regalos, etc., todo lo imaginable.    
El modo de “intervención” que muestra el programa pone en acción un modo de tratamiento que reúne a varios profesionales trabajando sobre el problema. A la vez, depende el tipo de caso, no está exenta  la intervención del gobierno. Por ejemplo, un hombre que acumulaba en un terreno montones de autos viejos, electrodomésticos rotos y otros objetos en  desuso  debió ir a prisión por que sus vecinos lo habían denunciado por contribuir a la “contaminación visual” del vecindario.
Pero volvamos al caso del niño que llamaremos Jimmy. Él  vivía solo con su madre que realizaba un trabajo desde su casa y que a su vez, era acumuladora compulsiva, es por eso que intervinieron varios profesionales; una trabajadora social, una psicóloga y empleados recolectores, para ocuparse de la madre, y un psicólogo infantil para ocuparse del niño.
 Es interesante narrar la escena del pequeño con el psicólogo donde este no puede ni preguntarle apenas porque acumula todas esas cosas, sino que calzándose unos guantes se dispone a la tarea de convencer al niño para que pueda deshacerse de esos objetos. No solo el niño no quiere tirar nada sino que ante la insistencia del profesional sale corriendo. Prefiere salir de la escena que renunciar a la satisfacción que le causa acumular esos desperdicios, que sin embargo son  para él, objetos preciados.
¿Cómo podría un psicoanalista proceder frente a este niño? ¿Por qué esos objetos sin ningún valor cobran semejante significación para el niño, a tal punto que no puede desprenderse de ellos? Es claro que cuando el psicólogo pretende hacer una intervención que apunta rectificar a la salud mental Jimmy, ya que el niño no podría concentrarse para estudiar en medio de toda esa basura, el niño responde con angustia. Allí donde el psicólogo queda perplejo intentando sin éxito una psicoterapia educativa el psicoanálisis podría interrogar la “acumulación” dando la oportunidad al niño de hacer de eso un síntoma, que lo recorte del conjunto de los que padecen el síndrome para brindarle una inscripción singular.
Se podría pensar si en una época signada por el consumo, donde la incitación a comprar,  la estrategia más astuta del mercado, el síndrome de acumulación no es una respuesta del sujeto.
En un foro sobre acumulación compulsiva escribe un joven que parece haber leído lo que J. A. Miller plantea en “La salvación por los desechos”, ya que asumiéndose como acumulador parece haber encontrado un modo de socializar su goce. Él plantea que en efecto acumula montones de objetos (joyería, bolsos, ropa de marca otras temporadas) pero que a fin de año realiza una venta, deshaciéndose de todo. Dice: “Me da tristeza dejar ir las cosas, pero me da gusto que alguien les dé el uso que no les puedo dar. Reconozco que tengo un problema y lo mejor que puedo hacer es organizarlo todo para que se vea bien”.

Claudia Castillo, abril 2011

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