domingo, 24 de abril de 2011

La chifladura Psicoanalítica



Boletín  
Preparatorio número # 4
Presentación
Rosa Lagos, se presenta sobre el estatuto actual de los síntomas histéricos y la manera como el Psicoanálisis sostiene una práctica renovada, hoy.
Moderadora
Piedad Ortega de Spurrier  

La chifladura psicoanalítica.

Encontré esta expresión en Lacan, en la clase 8 del Seminario 24 a propósito de una interrogación que  formula con respecto a los síntomas histéricos, ¿Qué pasó con ellos? ¿Que los reemplazó? preguntándose si la histeria se ha  desplazado en el campo social, dice: ¿No la habrá reemplazado la chifladura psicoanalítica?
Me gustó la expresión porque me parece que muestra que la “chifladura psicoanalítica” justamente propone la paradoja de la cual es objeto nuestra práctica, en tanto el psicoanálisis no entra en la vorágine de la consigna “salud mental para todos”, pero si tiene que saber hacer con ese imperativo para que el psicoanálisis siga existiendo en lo social.
La chifladura psicoanalítica apunta no sólo a alojar aquello que el amo actual quiere eliminar, la locura particular de cada uno, sino que también, tal como lo expresa J.A. Miller en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, el psicoanalista “en tanto agente de la operación analítica tiene necesariamente la función de perturbador”, (p.75) perturbando, precisamente, aquello que el empuje igualitario a la sanidad y a la felicidad quiere mantener, la defensa del sujeto.
Defensa que el sujeto eleva en el intento de sostener un imposible, el de una salud mental  no agujereada.
Como dice el dicho producto de la sabiduría popular, resto de lalengua,  –de poeta y de loco todos tenemos un poco-  será el psicoanálisis quien dará lugar a la palabra para que cada quien se transforme un poco en poeta de su poco de locura.

*Miembro de la AMP, Nel Caracas y CEIP de Santiago de Chile.

viernes, 22 de abril de 2011

¿Qué tipo de intervención conviene al analista que recibe niños?

   Hacia el V ENAPOL La salud para todos no sin la locura de cada uno ( a la luz del psicoanálisis)
                                                                               11 y 12 de junio 2011 , Rio de janeiro, Brasil. 

                                                                                         sitio del ENAPOL http://www.ebp.org.br/enapol/
Estimados lectores,
En este entrega Claudia Castillo participa en nuestra coversación virtual señalando la diferencia en el modo de intervención de la la psicoterapia y del  psicoanálisis, la primera apunta a eliminar el síntoma, el segundo se orienta en su intervención  por el síntoma lo que hace lugar al sujeto y su goce.
Marcela Errecondo

        ¿Qué tipo de intervención conviene al analista que recibe niños?

Bajo el título Intervención, el canal A&E (Acción y Emoción) presenta y sigue el tratamiento de distintas personas que padecen diferentes patologías;  adicciones a drogas legales e ilegales, anorexia y bulimia, otras.  Intervención es uno de los programas más vistos de la televisión norteamericana, que ganó el año pasado un premio Emmy, como el  mejor en la categoría Reality Show.
El mayor atractivo de la serie es que toma casos reales narrando la eficacia del tratamiento, el seguimiento del paciente y los distintos profesionales que intervienen para ayudar al que padece y asesorar a su familia.
Hace un par de semanas me llamó la atención que presentaran el caso de un niño, no sigo el programa, pero parece que no es frecuente este hecho. Se presentaba un nuevo trastorno llamado Síndrome de Acumulación Compulsiva. Se trata de personas que adquieren y almacenan objetos, sin tener la capacidad de deshacerse de ellos. En general dichos objetos, carecen de valor, pueden ser periódicos, folletos, objetos inservibles. En el caso de este niño lo que acumulaba podía ser tanto un juguete roto, como la caja de un juguete, viejos dibujos, papeles de regalos, etc., todo lo imaginable.    
El modo de “intervención” que muestra el programa pone en acción un modo de tratamiento que reúne a varios profesionales trabajando sobre el problema. A la vez, depende el tipo de caso, no está exenta  la intervención del gobierno. Por ejemplo, un hombre que acumulaba en un terreno montones de autos viejos, electrodomésticos rotos y otros objetos en  desuso  debió ir a prisión por que sus vecinos lo habían denunciado por contribuir a la “contaminación visual” del vecindario.
Pero volvamos al caso del niño que llamaremos Jimmy. Él  vivía solo con su madre que realizaba un trabajo desde su casa y que a su vez, era acumuladora compulsiva, es por eso que intervinieron varios profesionales; una trabajadora social, una psicóloga y empleados recolectores, para ocuparse de la madre, y un psicólogo infantil para ocuparse del niño.
 Es interesante narrar la escena del pequeño con el psicólogo donde este no puede ni preguntarle apenas porque acumula todas esas cosas, sino que calzándose unos guantes se dispone a la tarea de convencer al niño para que pueda deshacerse de esos objetos. No solo el niño no quiere tirar nada sino que ante la insistencia del profesional sale corriendo. Prefiere salir de la escena que renunciar a la satisfacción que le causa acumular esos desperdicios, que sin embargo son  para él, objetos preciados.
¿Cómo podría un psicoanalista proceder frente a este niño? ¿Por qué esos objetos sin ningún valor cobran semejante significación para el niño, a tal punto que no puede desprenderse de ellos? Es claro que cuando el psicólogo pretende hacer una intervención que apunta rectificar a la salud mental Jimmy, ya que el niño no podría concentrarse para estudiar en medio de toda esa basura, el niño responde con angustia. Allí donde el psicólogo queda perplejo intentando sin éxito una psicoterapia educativa el psicoanálisis podría interrogar la “acumulación” dando la oportunidad al niño de hacer de eso un síntoma, que lo recorte del conjunto de los que padecen el síndrome para brindarle una inscripción singular.
Se podría pensar si en una época signada por el consumo, donde la incitación a comprar,  la estrategia más astuta del mercado, el síndrome de acumulación no es una respuesta del sujeto.
En un foro sobre acumulación compulsiva escribe un joven que parece haber leído lo que J. A. Miller plantea en “La salvación por los desechos”, ya que asumiéndose como acumulador parece haber encontrado un modo de socializar su goce. Él plantea que en efecto acumula montones de objetos (joyería, bolsos, ropa de marca otras temporadas) pero que a fin de año realiza una venta, deshaciéndose de todo. Dice: “Me da tristeza dejar ir las cosas, pero me da gusto que alguien les dé el uso que no les puedo dar. Reconozco que tengo un problema y lo mejor que puedo hacer es organizarlo todo para que se vea bien”.

Claudia Castillo, abril 2011

lunes, 18 de abril de 2011

¿Vamos a la conferencia?

SEMINARIO: ARTE Y PSICOANÁLISIS

Hacia el V ENAPOL La salud para todos no sin la locura de cada uno ( a la luz del psicoanálisis

 RAYUELA Nº 49


                Hacia el V ENAPOL La salud para todos no sin la locura de cada uno ( a la luz del psicoanálisis)
                                                                 11 y 12 de junio 2011 , Rio de janeiro, Brasil
                                                                                                sitio del ENAPOL http://www.ebp.org.br/enapol/


Etimados lectores,
Este texto realizado por Marina Recalde, nos da el horizonte al que apunta este Encuentro Americano: esa tensión ineliminable entre lo universal y lo singular en donde el psicoanalista tiene que encontrar la vía para hacer valer el uno por uno en la clínica universal. El psicoanálisis nos ha enseñado que es con su chifladura, su forma de gozar por fuera de cualquier standart que el sujeto puede armar su solución. 
Buena lectura!
Marcela Errecondo




                                                                     De la salud para todos a las locuras de cada uno 

Este XVII Encuentro Internacional del Campo Freudiano, V Encuentro Americano se inscribe en una serie iniciada en 2003, y que ahora nos encontrará el próximo junio, en la bella ciudad de Rio de Janeiro.
Encuentro que se inscribe en una serie, y que llama la atención desde el título, muy pertinente: “La salud para todos, no sin la locura de cada uno (a la luz del psicoanálisis)”.
En primer lugar, me centraré en el título. Tomaré como eje lo que se encuentra entre paréntesis, como en reserva: el sintagma “a la luz del psicoanálisis” (perspectivas da psicanálise en la versión en portugués). Lo tomo precisamente casi a modo de aquello que organiza y orienta el título general, puesto que es un título amplio, que podría llegar a tomarse desde diferentes ángulos, pero es este paréntesis el que le da su justa orientación: se trata del psicoanálisis. Y más precisamente del psicoanálisis de la orientación lacaniana.
Remarco esto porque sin ese paréntesis, el título podría ser abordado también por fuera del psicoanálisis, pero es precisamente por ello que ubica que se trata de aquello que tenemos para decir los psicoanalistas de la orientación lacaniana de lo que entendemos por un lado por “salud para todos” pero sin olvidar que se trata de tomar en cuenta, en todos los casos, la locura de cada uno, ineliminable.
La salud para todos no sin la locura de cada uno evidencia que entre ambos, separados por el no sin, existe una tensión entre lo que podemos ubicar un empuje actual a la dimensión saludable para todos, sin excepción, y la singularidad de cada sujeto, que está en relación con el para todos, pero que a la vez se exceptúa. Es decir, el no sin da lugar a la excepción.
El término salud es un término médico, que implica un estado de completo bienestar físico, mental y social. Imperativo superyoico que presenta en sí mismo una imposibilidad lógica, siendo el síntoma (en el mejor de los casos) el que lo evidencia.
Hay desde el vamos una tensión entre lo universal y lo singular, ineliminable, donde la variable singular objeta el para todos del universal.  El para todos objetado por la singularidad del sujeto, es decir por su forma de gozar.
Vale aclarar que es evidente que, en cierto modo, no nos oponemos a la salud para todos.  Pero sabemos que cada sujeto objeta, incluso resiste, a su modo, el empuje a ser encasillado en una universalización en la que no encaja totalmente y en la que no hay espacio para su chifladura singular. Chifladura singular que entiendo puede ser pensada en sus dos vertientes: la chifladura que es la neurosis misma, en tanto respuesta estructural a la forclusión generalizada, y la chifladura que también podemos ubicar en el sinthome, obtenida en el recorrido de un análisis llevado hasta su final.
Lo que el psicoanálisis sabe es que siempre hay un imposible, y que como tal siempre escapa: el “para todos” no es sin eso.
Es decir que cada sujeto, uno por uno, establece su lazo con una chifladura propia, no estandarizada, que le permite una forma de goce y que a la vez lo enlaza con el Otro. Su solución es singular, pero no por eso queda desamarrado del Otro. Se trata entonces de construir una vida a partir de estas coordenadas.
Por eso es que el análisis de un sujeto no consiste en incluirlo en una categoría. Esto nos aleja de la generalización, en tanto se pone en juego lo propio de cada sujeto, las locuras de cada uno. Para ello, para poner en juego lo propio de cada sujeto en estos términos, tendremos que pasar por el inconsciente. 
Nuestro desafío, como analistas, es intentar producir un sujeto, permeable al discurso analítico. Se tratará de ir vaciando hasta donde se pueda ese goce que aplasta pero que a la vez implica una satisfacción. Se tratará entonces de recuperar un goce, sí, pero articulándolo al amor y al deseo. Camino necesario para saber dónde y cómo se juega, en cada sujeto que escuchamos, su partida libidinal, tan singular y tan “chiflada” como sujetos haya.
Hace ya algún tiempo Judith Miller, decía lo siguiente: “No más poetas o poesía, nada de inventores ni ciencia, nada de diversidad ni cambios en una sociedad que pretende hacer reinar la salud mental en sus miembros. “¡Todos iguales y que la cosa funcione!” es la nueva interpretación de “¡Silencio! ¡Estamos filmando!”.  Es su palabra de orden. Eso proviene de un totalitarismo soft, pero incluso así no deja de ser totalitarismo”(1).
Creo estas palabras enmarcan el sentido de este Encuentro y de los debates entre nosotros, analistas de la orientación lacaniana, precisamente porque a eso es a lo que nos oponemos. No a la salud mental para todos, tampoco a la salud para todos, sino al empuje que pretender uniformizar en una supuesta paz tranquilizadora, cuando sabemos que cualquier empuje totalitario lleva siempre al reino de lo mortífero.
En tanto estamos capturados por el lenguaje, estamos todos enfermos. Enfermos de palabras, podríamos decir. Nos creemos “sanos”, “normales”, y solemos poner la anormalidad en el otro. Pero si nos acercamos, si estamos atentos a nuestras propias chifladuras, nos encontramos con una sorpresa. Sorpresa que solo un artista como Caetano Veloso pudo resumir genialmente en una sola frase: de cerca, nadie es normal(2).


(1) Miller, J., “El Campo Freudiano. Entrevista a Judith Miller”, en www.ebp.org.br/enapol
(2) Veloso, C., verso extraído de su canción Vaca profana


Marina Recalde


lunes, 4 de abril de 2011

SEMINARIO: EL CASO DEL HOMBRE DE LOS LOBOS: INTERPRETACIÓN Y CONSTRUCCCIÓN

FOROS DEL CAMPO LACANIANO EN BOGOTÁ

Seminario de clínica psicoanalítica: la interpretación en psicoanálisis

III sesión de trabajo

EL CASO DEL HOMBRE DE LOS LOBOS: INTERPRETACIÓN Y CONSTRUCCCIÓN

Expositora invitada: Patricia Muñoz
Miembro del Foro del Campo Lacaniano de Medellín
Analista Miembro de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano (A.M.E)

Aunque conocemos este caso por el nombre de “El hombre de los lobos” realmente fue publicado como “De la historia de una neurosis infantil”, este es un detalle importante ya que para Freud, como el mismo nos lo dice, es la posibilidad de estudiar, con un caso clínico, la neurosis infantil en un paciente adulto. Para Freud era, entonces, la manera de probar su teoría.
Este caso es sui generis dentro de los casos de Freud, primero, que todo, por que éste personaje ha escrito una autobiografía, además es el único caso que ha podido seguirse hasta la vejez (Cf. texto de Muriel Gardiner). “El hombre de los lobos” fue analizado también por Ruth Mack Brunswick, quien igualmente escribió su historia clínica. Estos hechos permiten ver el efecto del análisis desde otros autores y a través del tiempo.
Hay en este caso una riqueza inigualable: el diagnóstico de la estructura, el manejo de la transferencia, la interpretación, la construcción de una escena primitiva, la alucinación del dedo cortado y su relación con la castración. Freud le pone un límite de tiempo para terminar el análisis, hace colectas de dinero para ayudarle económicamente; hechos que tendrán efectos importantes sobre el paciente.
Dado que lo que nos interesa aquí es esencialmente la interpretación y las construcciones, en nuestra presentación nos centraremos en ellas, aunque se tocarán los puntos anteriormente señalados.

Temáticas
•  Presentación del caso: la seducción y sus consecuencias, el sueño y la escena primordial, la neurosis obsesiva, el erotismo anal. El complejo de castración.
•  Jeroglíficos
•  Interpretación
•  Diferentes tipos de interpretación
•  Construcción
•  Diferencia entre Interpretación y Construcción
•  El momento oportuno para comunicar la construcción
•  Efectos de la comunicación de la construcción en el paciente, aceptación o no de la comunicación de la construcción

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Fecha y Horario: sábado 9 de abril de 2011 de  9:00 a.m. a 3 p.m.
Lugar: calle 67 N° 6-11
 Participación: $25.000 profesionales, $10.000 estudiantes de pregrado
Informes e Inscripciones: forolacaniano@yahoo.com.mx<mailto:forolacaniano@yahoo.com.mx> / Gloria Gómez (teléfono 2493171)